Historias del Campo

                         Historias rurales

Los animales en esta zona se encuentran en libertad, muchas veces nuestras acciones alteran su vida y la de los ganaderos.

Esta vez la historia que vamos a contar no se aleja en el tiempo, aconteció este fin de semana y nos muestra como a veces las buenas intenciones y sentimientos sin conocimiento pueden acarrear algún que otro problema en el campo. Hay cierto desconocimiento de los viajeros que visitan el media rural y aprovecho esta ocasión para dar alguna información sobre los animales domésticos  que sobre todo en esta zona están libres y pastando a sus anchas en el entorno, son parte de nuestro encanto pero cada vez mas los ganaderos quieren alejarlos de este tipo de acciones y esperemos que no legue el momento en el cual los quiten de en medio.

                    

Este fin de semana pasado nos visitó como muchas otras tantas veces una pareja encantadora, lo primero que hicieron fue irse a dar un paseo a la Dehesa, lugar precioso que refleja el origen y las costumbres de esta villa en la naturaleza, con su ganado y zonas de pastos.   Caminando por la dehesa, se encontraron a las ovejas tan tranquilas sin molestar a nadie y entre ellas había un cordero recién nacido. Ellos se quedaron maravillados con el corderito, les inspiro ternura, acababa de nacer en ese momento y tenía el cordón umbilical todavía colgando, el proceso natural es que se seque solo  y se caiga, pero en esta ocasión los turistas rurales sintieron pena por este hecho y porque decían que se encontraba solo, sin su mama.  Ellos con toda la mejor intención del mundo, por sus buenos sentimientos cogieron al cordero e intentaron acercarlos al rebaño de ovejas que estaba junto a él, claro las ovejas huyen despavoridas y abandonaron al cordero. Pongo en conocimiento de todos que cuando un cordero es tocado por un humano y la oveja madre lo escucha, se acerca y lo huele, lo puede aborrecer. El cordero aunque aparentemente este solo, se encuentra en contacto a través de los sonidos con su progenitora.

Ellos ni cortos ni perezosos cogieron al cordero y por pena se lo llevaron al veterinario más cercano.

No tardo el Dueño del rebaño y ganadero de la zona en aparecer y buscar a la cría ya que su Madre no dejaba de llamarla. Ellos siempre tienen controlada la oveja que va a parir y cuando.  Lo suelen hacer en el campo y al atardecer los pastores van a recoger el rebaño. Cual sorpresa se llevó cuando el corderito no apareció y la oveja estaba parida. Otros habitantes de la zona le informaron que habían visto a dos personas que se alojaban en este establecimiento con un cordero en brazos y se disponían a llevarlo al veterinario. Rápidamente el ganadero bajo de la Dehesa y  pregunto por el animal que ya no se encontraba en Braojos.

Entre tanto la pareja bajo a Buitrago y llevo el cordero al veterinario, cuando llegaron el veterinario les pidió por favor que dejaran al cordero en el lugar donde lo habían encontrado. Ellos contrariados lo hicieron e informaron al dueño del establecimiento que estaba llamándoles porque el ganadero  quería conocer el paradero del animal  que lo había dejado en su sitio. Para entonces eran las diez de la noche, las ovejas habían sido encerradas en la casona. Aun así el ganadero subió a buscar al cordero donde le habían dicho que lo depositaron tras las indicaciones del veterinario.

Podéis pensar que esta historia término bien por la actitud generosa de las personas, pero no, esto es el campo y muchas veces por desconocimiento hacemos cosas que afectan tremendamente  el hábitat natural y la fauna.   La oveja aborreció al corderito que estaba casi muerto ya que no había mamado y murió en el campo, allí donde lo dejaron, bajando los buitres a darse un buen festín con él.  Así es el campo y la vida de los animales, están a nuestro alcance pero no hay que tocarlos. Todo tiene un porque en el campo y los ganaderos saben lo que hacen. Consiguieron los visitantes de esta villa que el ganadero se llevara un disgusto, provocaron una pérdida económica y  la muerte de un animal cuando su intención era salvarlo.

Ante el desconocimiento no  actuéis, los animales nacen en el campo y no con una pinza en el cordón umbilical precisamente, las madres no los abandonan saben muy bien donde están sus crías. 
c.c