Paseo por la Sierra, déjate llevar y siente su grandeza.
Forestal, otoñal y
suavemente lluvioso, paseamos por nuestra
sierra escuchando lo que dicen los bosques. Tenemos ante ellos una sensación
reverencial, es un espacio que nos supera y nos conquista, inmensidad como si estuviéramos
ante la profundidad. Amamos los arboles
que en el se abrigan por lo que representan,
¿Quién llegaría a entender un mundo sin árboles? Tenemos por delante una tarea singular,
devolver la normalidad y coherencia a la armonía, a querer convivir con el
territorio, conservándolo. Reivindicar la alianza con la tierra, este es el
sentimiento ante la grandeza que nos rodea en esos momentos en los que
devolvemos su protagonismo a estos actores territoriales, los arboles.
Entendemos que son
esenciales para nosotros y nos convierten por unos minutos en aventureros y
exploradores. Integrándonos en el espeso paisaje del bosque podemos captar los múltiples
sonidos o la voces de los arboles extendiéndose hacia el cielo, saboreamos como
un regalo la seguridad, la sombra, la humedad, el color y la fortaleza de sus raíces
que nos protegen como gigantes anclados.
Nos dejan convivir
con ellos sin restricciones de razones paisajísticas, beneficiarnos de sus
valores ecológicos y ambientales.
Quien puede
resistirse a saborear la estética y todo lo que pertenece a la cultura no
material y dejarse llevar por los olores , texturas, colores y sensaciones que nos regala el bosque de montaña en cualquier
época del año.
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