Descubriendo lugares en Madrid
Tesoros de la Sierra
Curiosidades y lugares poco conocidos y muy apreciados por
los amantes de la naturaleza, estas son nuestras recomendaciones fuera de las
rutas habituales de turismo rural si quieres un plan para el fin de semana.
Braojos . El mejor Rincón de la Sierra, casi olvidado situado a las faldas de la montaña
que rodea el valle del Lozoya, con un
marcado carácter rural. Nos llama la atención y no es raro verlo como podemos convivir dentro del casco urbano
con animales de gran porte, caballos, vacas, burros…. Y el sonido del paso de
las ovejas casi todas las mañanas con sus cencerros. Nos vamos a adentrar en
Braojos con la inquietud de un conquistador, conocer su torre vigía
medieval adosada a la catedral de la
sierra, Iglesia de San vicente. Caminando por sus rutas vemos ruinas de molinos
de agua que en su día dieron vida al
pueblo moliendo grano. Y como no esos
restos de los bunquers de la guerra en “Los Cerrillos”.
Desde Braojos por preciosas rutas de senderismo a través de
las cuales encontramos grandes tesoros visuales, uno de esas joyas el Arce de Montpellier, un monumento de la
naturaleza que seguramente pueda tener más de 300 años.
Nos dirigimos a la
Acebeda tras superar el cerro de la Porrilla.
foto molino |
La Acebeda
, surgió como asentamiento ganadero de echo todavía conserva una de las primeras casas construidas por los ganaderos
de la época, una pequeña construcción de piedra que es patrimonio protegido de
la Comunidad de Madrid. Una localidad de
esas grandes desconocidas de la comunidad de Madrid, poco accesible con un
fantástico entorno natural que hará las delicias de los amantes de la
naturaleza, donde los bosques de pinos, robles y fresnos, cobijaban gran
cantidad de acebos, de los que aún hoy en día pueden observarse algunos de
ellos centenarios. Hay una leyenda de un pequeño Elfo que proyecta su bondad a
todo aquel que le puede ver. Fantástico, mágico pero bonito y que nos hace
mirar a esta localidad con los ojos del corazón.
Vamos a alejarnos un poco y adentrarnos en pleno valle alto del Lozoya
para mi Canencía es otro pueblo poco conocido y
recomendable por su envidiable entorno. Sitia en el límite serrano con Segovia.
Según la historia los bandoleros acampaban a sus anchas por estas tierras y en
este caso vamos a mirarla con una visión nostálgica. Una de las joyas y
curiosidades que encontramos es el “Abedular
de Canencia”. Otro de sus tesoros el “puente Canto”, alejado de las grandes
rutas de turismo, aunque podemos encontrar hasta tres puentes (Cadenas y
Matafraile) ubicados a lo largo del arroyo de Canencia, patrimonio histórico
artístico. En Canencia al igual que en Braojos puedes encontrar también restos
de esas chozas pastoriles ubicadas en la sierra como refugio de los pastores de
antaño que subían con su ganado.
San Mames
y su cascada en San Mames un pueblo pequeño donde la arquitectura es la
tradicional de la zona, podemos encontrarnos una pequeña fuente Celta tipo
manantial, pasamos delante de ella al igual que cerca de la quesería
artesanal, ese producto típico de esta
villa. El queso de Cabra de San Mames, riquísimo. Pero estos lugares son de Paso al igual que
la Casa del Leñador Justo antes de entrar al pinar que nos lleva a “La chorrera
de San Manes”, una de las más altas de la comunidad, en Primavera esta
preciosa.
Por supuesto que estas localidades tienen sus riquezas
naturales que hicieron que se asentaran en ellas los pastores de antaño, agua,
bosques, tierras donde sembrar. Y ese es el encanto descubrir el origen de
estas hermosas villas, su arquitectura, su cultura. Hacer un viaje al pasado en ellas es algo
inevitable.
c.c
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