Catas de Vino en la sierra norte



BACUS Salón-vinoteca 

No necesitas ser un experto para disfrutar de una Cata de vino 



Casa rural tematizada Estrella Rural, servicios enoturísticos para grupos, eventos de empresa, visitas, cursos, catas, etc. Salón-vinoteca en pleno corazón de la Sierra norte de Madrid.
Vive nuevas experiencias enoturisticas en BACUS salón-vinoteca. ¿Quien se ha empeñado en hacer del mundo del vino un universo complicado, limitado a unos pocos entendidos, El vino es disfrute, placer, compartir emociones, charlar, amistad, diversión, ocio… la parte más divertida, hedonista y placentera de nuestra vida. Y así debe ser la cata, entre los comunes de los mortales la cata debe ser hedonista, llena de sensibilidad, donde poder compartir emociones, sensaciones, deleite y pasiones.
Catar es mucho más sencillo de lo que parece y además es algo innato, natural, ya que, sin saberlo, lo vamos haciendo desde que nacemos. Siempre que vamos a tomar un alimento, lo primero que hacemos es mirarlo (tiene que resultar atractivo), luego lo olemos (para comprobar que no huele a nada malo o raro) y por último, lo llevamos a la boca para probarlo (decidimos si nos gusta o no). Estímulos sensoriales.

Los preparativos para el análisis visual, olfativo y gustativo:
Estar relajado
·         Evitar la comida durante la cata.
·         Tomar la cantidad mínima de vino para mantener el espíritu crítico hasta el final de la cata.
·         No probar muchos vinos seguidos.
·         No usar perfume y, por supuesto, no fumar.
·         Practicar a menudo para ir acumulando experiencia y refrescar la memoria.
La sala donde vayamos a catar debe tener una buena iluminación, debe estar bien ventilada y sin olores extraños. Debe ser un sitio tranquilo y donde nada nos distraiga, como nuestro salón BACUS. Utilizar siempre una copa adecuada, trasparente y sin olores extraños.


El COLOR del vino es la primera sensación que recibe el catador, es una fuente de información muy importante: nos orienta sobre el tipo de vino que catamos. También nos indica la edad del vino y su estado de conservación. No hay que confundir el color oxidado y turbio de un vino defectuoso con la presencia de un ligero poso que se elimina decantando la botella.

Análisis Visual:
Examen de la transparencia. Lo realizamos mirando el disco de arriba a abajo y lateralmente. Debe estar brillante, sin objetos flotando ni velo que lo nuble. Si elevamos la copa y la miramos al trasluz, el vino ha de mostrarse transparente, cristalino y sin copos flotando. De lo contrario, diremos que está lechoso, turbio o velado.

Apreciación del color. El análisis del «vestido» lo realizaremos inclinando ligeramente la copa con el fin de determinar.

·         Intensidad o cantidad de color (que es lo que en los tintos denominamos “capa”). De la intensidad diremos que es ligera, sostenida, intensa, profunda...

·         Matiz o descripción del tipo de color (granate, picota, cereza, rubí, teja, ladrillo...)
·         Examen de la efervescencia (vino tranquilo, con aguja, espumoso, persistencia y tamaño de la burbuja, etc.)

·         Fluidez y lloro. Es el último de los exámenes visuales. El catador 

Análisis Olfativo:
Hay multitud de sustancias aromáticas en el vino, que se reagrupan en las siguientes familias o categorías:

·         Balsámicos: resina, bálsamo, eucalipto ...

·         Animales: almizcle, sudor de yegua, pis de gato...

·         Especiados: laurel, pimienta, nuez moscada, clavo..
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·         De la madera: tanino, roble de las barricas.

·         Químicos: Son todos negativos (el anhídrido sulfuroso, el ácido acético, el acetato de etilo...)

·         Empireumáticos: provienen del tostado de la barrica y son agradables si están en pequeña proporción: humo, fuego, pan tostado, caramelo quemado...

·         Olores florales: clavel, rosa, violeta, retama...

·         Olores frutales: plátano, fresa, frambuesa, coco, mora..
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·         Olores vegetales. Pueden ser agradables (como el tabaco y el sotobosque) y también representar defectos o falta de madurez: pimiento verde, pepino, junco, ajos silvestres.
..
El aroma de un vino es una mezcla compleja, que puede tener una dominante pero no una exclusiva. Las sensaciones olfativas varían con el tiempo, la temperatura y la agitación, lo cual dificulta extraordinariamente la cata.
El examen olfativo se basa en los puntos siguientes:

·         Franqueza: no-interferencia de aromas impropios.
·         Intensidad: cantidad y persistencia.

·         Finura, elegancia, complejidad. Armonía.

Las fases por las que atraviesa el examen olfativo son las siguientes:

·         Copa en reposo. Muy importante no agitar el vino antes de esta fase. Olfateamos delicadamente la copa a una cierta distancia, acercando progresivamente la nariz. Percibiremos así los aromas más volátiles, más etéreos y los más frágiles. Obtendremos así una primera impresión que puede ser sustancialmente diferente a la del vino agitado.

·         Agitamos la copa. Surgen nuevos aromas o nuevas intensidades que son analizados, identificados y descritos. Son compuestos menos volátiles, que requieren de una agitación para desprenderse y ser detectados.

Dentro de un vino, distinguimos:

     Aromas primarios. Son los propios de la variedad, como por ejemplo, el aroma a moscatel.
·         Aromas secundarios. Tienen su origen en la fermentación alcohólica.
·         Aromas terciarios. Se producen a lo largo del envejecimiento y crianza del vino (en la barrica y posteriormente en la botella).


Análisis gustativo.

En el vino, los cuatro gustos elementales son debidos a:

·        Dulce: alcohol, glicerol y azúcares (residuales o no).

·         Ácido: ácidos orgánicos libres (tartárico, málico, cítrico, acético, láctico y succínico principalmente).

·         Salado: ácidos orgánicos salificados.

·         Amargo: polifenoles (taninos especialmente)
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El examen gustativo es realizado sobre la base de los siguientes parámetros:

·         Franqueza, no-interferencia de gustos-olores ajenos.
·         Cuerpo-volumen.
·         Armonía o equilibrio.
·         Persistencia o duración de la sensación. Varía entre los 2-3 segundos de un vino corto y los 20 segundos de un vino extraordinario.
·         Sensación final: calidad global.

Las fases por las que pasa el examen gustativo son:

·         Ataque: es la sensación inicial que se percibe durante los 2-3 primeros segundos. Suele estar marcado por el gusto dulce.
·         Paso de boca: los otros sabores pasan rápidamente a enmascarar el sabor dulce, resaltando o armonizando unos sobre otros (puntas, aristas o equilibrios).
·         Final de boca y persistencia: aroma-sabor que dura más o menos tiempo tras haber tragado o escupido el vino.

Aquí tenemos  un decálogo  para poder iniciar una cata sin ser un experto y vivir las sensaciones que nos proporcionan los maravillosos caldos Españoles.





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